dilluns, 16 de gener del 2012

MICRORELATS DE DESEMBRE / MICRORRELATOS DE DICIEMBRE (1)

Publiquem els microrelats que van arribar a les deliberacions finals en la categoria en castellà, properament publicarem els de les categories en català i local. Moltes gràcies a tots els i les participants.


Publicamos los microrrelatos que llegaron a las deliberaciones finales en la categoría en castellano, próximamente publicaremos los de las categorías en catalán y local. Muchas gracias a todos los y las participantes.






El trueque


Con el transcurso de los años, ha llegado a convertirse para mí en una simple rutina. Al poco de haber comenzado mi turno de trabajo, me dedico a intercambiar las pulseras que les identifican.
A esas horas de la madrugada, en la planta estoy siempre sola de guardia y todos ellos, nacidos a lo largo del día, duermen como angelitos. Procuro prestar especial atención a que la permuta nunca se produzca entre dos que tengan distinto color de piel o de cabello, o que sean de diferente sexo. Jamás he tenido remordimientos, más bien al contrario. Que se zurzan. Al fin y al cabo estoy segura, por los padres que me tocaron en suerte, de que a mí en el hospital también me cambiaron. Ya estoy oyendo mañana a los parientes que vendrán de visita, exclamar tras la cristalera mientras se les cae la baba: "Desde luego, ¡es clavadito a su padre!".
Joaquín Valls Arnau
Barcelona










Intruso


Las galletas se deshacían dentro de los vasos de leche. Los periquitos soñaban con una montaña de alpiste, bajo el paño negro que tapaba la jaula. El gato devoraba periquitos imaginarios, dormitando a los pies de la cama. La mujer yacía en el suelo de la cocina. Los niños hacían caso a su mamá y jugaban al escondite con el afilador de cuchillos.

Lola Sanabria García
Madrid










Casa de muñecas


Venían de países remotos, atraídos por la fama de la diminuta casa. Era pasmo de todos los viajeros contemplar sus reducidas estancias, muebles en miniatura y objetos microscópicos. Pero lo que más impresión producía eran las dos niñas del tamaño de una uña, jugando alegremente con su par de muñecas minúsculas.

Ricardo Álamo
Puerto Real (Cádiz)










Gelatina


Sorpresa, gritó mi madre apareciendo con una bandeja de gelatina de limón. Mi padre nos miró uno por uno en menos de un segundo. Ninguno dijimos nada. Mamá nos sirvió a cada cual un trozo y nos lo comimos sin rechistar. Papá dijo que estaba deliciosa y a ella volvió a hacerle mucha gracia cómo temblaba. En esta semana es la tercera noche que tan sólo cenamos gelatina. Por suerte es él el que se encarga de prepararnos el desayuno. Y es que , por las mañanas, es cuando mamá está peor.

Miguelángel Flores Martínez
Sabadell (Barcelona)