Fitxa bibliogràfica
Signatura N Mop
Classificació 834B.4"19"
Autora Mopty de Kiorcheff, Ana María
Títol Con ojos y alas / Ana María Mopty de Kiorcheff
Edició Primera edició
Publicació Tucumán : Ediciones del Gabinete, 2001
Descripció física 91 pàgines ; 20 cm
ISBN / ISSN 9872011001
Matèria Microrelats
Cefalea
Una mano inmensa te envuelve la cabeza, aprisionándola. A cada rato sientes el latir de su puño en los oídos... y no puedes gritar en el momento que te lanzan porque debes acomodar el cuerpo o cerrar los ojos para convencerte de que estás dormido.
Ana María Mopty de Kiorcheff
Fitxa bibliogràfica
Signatura N Oli
Classificació 834.4"20"
Autor Olivera Campos, Héctor Daniel
Títol La Última sonrisa del dinosaurio : 101 relatos de humor / Héctor Daniel Olivera Campos
Publicació [Badia del Vallès] : Héctor Daniel Olivera Campos, [2023]
Descripció física 219 pàgines : il·lustracions ; 23 cm
ISBN / ISSN 9788409521111
Matèria Contes d'humor
Cuaderno de campo
El extranjero pálido vino a nuestra aldea y solicitó a nuestro jefe pasar un tiempo con nosotros. Obviamente nos sentimos halagados, nadie venía a vernos nunca, así que decidimos ofrecerle nuestra hospitalidad.
Nos sorprendió que conociera los rudimentos de algún idioma parecido al nuestro, así como la curiosidad insaciable que mostraba hasta por los detalles más triviales de nuestra existencia. Se pasaba el día preguntando y haciendo dibujos y marcas extrañas en unas hojas blancas cosidas entre sí.
Nos siguió en nuestras partidas de caza, pesca y recolección de frutos. También se fijaba en cómo cocinábamos los alimentos y en la manera que teníamos de comerlos. nos observaba con seriedad y sin dejar de pintar sus figuras extrañas. A pesar de su carácter circunspecto, se emocionó cuando le mostramos nuestros bailes y el rito del paso a la edad adulta de los niños que consistía en que introducíamos los varones en unas jaulas que situábamos en un claro de la jungla y esperábamos a que sobrevivieran a los acechantes dragones de Komodo.
llegó un momento en que el extranjero comenzó a parecernos un entrometido. Fastidiaba que uno se fuera a un rincón a aliviarse el vientre y notaras el cosquilleo en la nuca de una mirada y descubrieras al tipo, emboscado en el follaje de la jungla, emborronando sus malditos garabatos.
Cuando nos imploró que le dejásemos integrarse más en nuestra cultura, no lo dudamos: aquella noche nos sirvió de cena.
Héctor Daniel Olivera Campos