dilluns, 23 d’abril del 2012

MICRORELATS DE MARÇ / MICRORRELATOS DE MARZO



Publiquem els microrelats que van arribar a les deliberacions finals del jurat en la convocatòria de març del microconcurs en les categories en català i castellà.




Publicamos los microrrelatos que llegaron a las deliberaciones finales del jurado en la convocatoria de marzo del microconcurso en las categorías en catalán y castellano.




CATALÀ:








Màgia


El nen, de puntetes, agafa el barret de la perxa. Acluca els ulls i imagina amb totes les seves forces un conill. El vol blanc, gros i d'orelles llargues. I suau, molt suau, per acaronar-lo. Com que té unes ganes immenses de veure'l, s'afanya a pronunciar unes paraules incomprensibles, fins i tot per a ell, i obre els ulls. De dins del barret surt un colom grisós que, maldestre, arrenca a volar. Merda, remuga el nen, i torna a penjar el barret a la perxa.


Víctor Lorenzo Cinca
Hostal Nou La Codosa (Lleida)






CASTELLANO:








El vaso de leche


Se había hecho con el vaso de leche que alguien dejó a medio tomar en la mesa de una cafetería. A poco, acuclillado en la soledad del callejón, vio emerger de la leche un submarino.
Tras refregarse los ojos, el submarino no sólo persistía, sino que, seguidamente, descubrió al capitán y a otros marineros en la vela del mismo. Aquel, provisto de un megáfono, le solicitó detalles sobre el mar donde se encontraban.
Al informarse de lo del vaso de leche, el capitán dijo que por lo menos no habían ido a parar, como la última vez, al suplicio tropical de una sopa. Luego le dio las gracias y ordenó una pronta inmersión.
Él, con el vaso sujeto en ambas manitas, se quedó largamente como una estatua. Recién al volvérsele el estómago chicharra, se atrevió, no sin pena de que los hombrecitos todavía anduvieran por ahí, a beber la leche.


Gabriel Bevilaqua
Zárate (Argentina)









Ojos


Me gustan tus ojos, Silvia. Ella fue la primera chica a quien le dije eso. Tenia quince años y yo dieciséis. No era una frase pretendidamente romántica de adolescente, era la verdad, me gustaban sus ojos. Y se los arranqué. Los guardo dentro de una cajita de cristal en la nevera, junto con los de Ana, y Julia, y Desi, Mónica, Trini, Eva, Raquel, Sonia ... No necesito poner el nombre en las cajitas, las conozco a todas por sus ojos y sé como se sienten cada día cualquiera de ellas con tan solo echar un vistazo. De algunas, incluso sé lo que están pensando. Julia anda últimamente un tanto deprimida, tiene la mirada hueca, tal vez deba comprar una nevera más grande...
Ayer salí por la noche a tomar unas copas en el centro y conocí a Marga. Una chica especial, aunque no conseguí descifrar su mirada durante el tiempo que pasamos hablando. Es misteriosa, magnética, guarda secretos... La he llamado y hemos vuelto a quedar para esta noche, me intrigó mucho lo que dijo al despedirnos:
-Me gustan tus ojos.


Francisco José Rubio Consuegra
Tavernes de la Valldigna (Valencia)












El proyecto


Cerré la puerta y dije: "¡Me voy de vacaciones!" Realmente las necesitaba después de trabajar tanto tiempo en mi proyecto. No imaginaba, que al regresar, mi oficina estaría ocupada por el hijo del dueño de la empresa. Busqué a Pedro, el gerente, para pedirle explicaciones. Éste se limitó a encogerse de hombros y a decirme que no era simple nepotismo, el chaval tenía potencial, y su plan de libre albedrío volvía más comercial mi proyecto de salvación eterna. "Vamos -me dijo- contigo todos se salvan y no vas a negarme que eso es algo aburrido, pero con su idea, muchos de ellos van a perderse y no se sabe quiénes son hasta el último momento. Cómo que le añade un toque de suspenso". A partir de ese momento la memoria empieza a fallarme. Dicen que empecé a despotricar contra el dueño y me abalancé, con no muy buenas intenciones, sobre el gerente. Sólo recuerdo que Gabriel y Miguel, los tipos de seguridad, me lanzaron por una ventana. No hay muchas salidas laborales para un ángel caído, así que terminé como jardinero. Todas las tardes planeo mi venganza a la sombra de un manzano.


Kalton Bruhl
Comayaguela (Honduras)








*Castell dels Tres Dragons (Museu de Ciències Naturals de Barcelona/ Museo de Ciencias Naturales de Barcelona) de Lluís Domènech i Muntaner.




El viejo


Nadie sabía como se llamaba, pero todos aseguraban que era el último. Cuando sus compañeros del asilo murieron, decidió aceptar la invitación de aquel doctor tan amable. Ahora está en el Museo de Ciencias Naturales, come tres veces al día, tiene un lecho para descansar, libros de papel y una habitación para él solo. Los domingos recibe muchas visitas: curiosos con mascarilla, parejas con gesto de asombro y familias cuyas madres, la náusea apenas disimulada, regañan a sus hijos por acercarse al habitáculo. Él susurra historias con la cara pegada al cristal pero los niños se alejan gritando.


Rosana Alonso
Camarma de Esteruelas (Madrid)