dimecres, 15 de novembre del 2023

MICRORELATS D'OCTUBRE / MICRORRELATOS DE OCTUBRE (2)

 


Publiquem els microrelats que van arribar a les deliberacions finals en la categoria en castellà de la convocatòria d'octubre.


Recordem que els microrelats concursants publicats al blog s'inclouran en una publicació en paper que recollirà aquells textos guanyadors i finalistes de cada categoria de totes les convocatòries mensuals.




Publicamos los microrrelatos que llegaron a las deliberaciones finales en la categoría en castellano de la convocatoria de octubre.

Recordamos que los microrrelatos concursantes publicados en el blog se incluirán en una publicación en papel que recogerá aquellos textos ganadores y finalistas de cada categoría de todas las convocatorias mensuales.









«Voy a empezar contigo el desayuno»

Las ensaimadas de ayer nos salieron endecasílabas y se nos acabaron al poco de ponerlas a la venta. Se las llevaban en bolsas de ocho —«Póngame una octava real», decían algunos—, cuando no de catorce en catorce —«Separadas en estrofas, por favor»—. Muchos hasta aprovechaban para soltar bromas como «Estas me las manda comprar Violante, pero me las pienso comer yo», o bien, «Ay, qué pena, si hubiese también heptasílabas me llevaba una lira o dos». Aunque breve, la cosa resultó divertida, lo bastante como para que hoy tuviéramos muy altas las expectativas. El que nos hayan salido octosílabas parecía que iba a dar mucho juego. Así se lo hemos hecho saber a la larga cola de clientes que había nada más abrir la panadería. Nadie podía pensar que el primero, entre abucheos del resto, se las habría de llevar todas en un romance.

Enrique Mochón Romera

Puerto Sagunto (Valencia)

 

 




 

Matías, gran reserva

Matías nació tarde. El número de serie del óvulo del que procedía señalaba el 1900 como año de concepción. Por una extravagancia genética, se saltó una generación hasta que su madre, que en condiciones normales hubiera sido su hija, lo tuvo varios años después sin haber conocido varón, hecho con solo un precedente bíblico. Cuando vino al mundo sabía hablar, leer y escribir. En el colegio obtuvo magníficas notas menos en Historia. Corregía a su profesor cada vez que hablaba de la primera mitad del siglo XX, y este se vengó haciéndole repetir la asignatura. Al acabar sus estudios se hizo famoso al publicar La auténtica historia del siglo XX, donde revelaba la verdad sobre aquella época con todo tipo de detalles. Desde entonces vivió de las ganancias de su obra. Aunque era joven, vestía con ropas de otros tiempos y usaba un vocabulario pasado de moda. La gente sospechaba que el éxito lo había convertido en un excéntrico; y se convenció el día en que murió su abuelo. Se presentó en el velatorio con un anillo y pidió matrimonio a su abuela. Se casaron a la mañana siguiente y se fueron, bajo la mirada inquisidora del resto de la familia, a recuperar el tiempo perdido.

Pablo Núñez

Sevilla

 

 

 



 

La conjura de los necios

Entre el panadero y el dueño de la pescadería lo apresaron en un monte próximo. Exhibieron ante él varios clavos, un martillo enorme y una gran cruz de madera, que le obligaron a cargar.

Dieron por hecho que hablaría antes de la tortura y que no sería preciso emplearse a fondo; pero ni el trenzado de espinas sobre su cabeza, después de crucificado, ni emborracharlo con vinagre o hincarle una lanza en las costillas, lograron arrancar su confesión y aquel desgraciado murió sin revelar ni una pista siquiera del truco de los panes y los peces.

Esteban Torres Sagra

Úbeda (Jaén)

 





 

La octava esfera

La sirvienta agarra por el cuello al viejo millonario inválido. Entre los radios de las ruedas, se adivina el reflejo de un reloj de oro, una mano masculina escondida tras las cortinas de raso. El minutero indica directamente a la bocallave de la puerta, por la que la joven heredera espía la escena mascando chicle. No se percata que, detrás de ella, le apunta su hermanastro mayor con el cañón de una Beretta, de incrustaciones en la culata pero sin balas. El primo de ambos, escondido entre las barandillas de la escalera, sonríe y lo enfoca con el objetivo de su móvil, mientras en la mansión de enfrente, el vecino, bibliófilo y observador de estrellas, calibra con su telescopio de precisión la secuencia del saloncito azul, en el que, de la mano del viejo millonario inválido, caen unos prismáticos sobre las páginas de un tratado medieval alfonsí.

Antonio Javier Álvarez Linares.

Sevilla

 





 

Memorias de un viajero

Antes del despegue, observa por la ventanilla una última vez. Roza con la derecha el cristal, que le devuelve una caricia fría. Después parpadea un par de veces, y el rugido de los motores ahoga sus pensamientos. Solo cuando el avión ha ganado altura acuden a su memoria las expresiones felices del matrimonio, unos sonrientes jóvenes de no más de treinta años. Un placer, señor, un placer, repitieron a coro al recibir las llaves. Estos jóvenes, piensa. Cambiarán esto y aquello, harán planes de reformas, llenarán la casa de críos. Pero los rosales permanecerán en su lugar; apostaría por ello.

Con suavidad felina, se recuesta sobre el respaldo. No tarda en quedarse dormido.

Daniel Loza

San José de la Dormida (Argentina)