Publiquem els microrelats que van arribar a les deliberacions finals en la categoria en castellà de la convocatòria de març.
Recordem que els microrelats concursants publicats al blog s'inclouran en una publicació en paper que recollirà aquells textos guanyadors i finalistes de cada categoria de totes les convocatòries mensuals.
Publicamos los microrrelatos que llegaron a las deliberaciones finales en la categoría en castellano de la convocatoria de marzo.
Recordamos que los microrrelatos concursantes publicados en el blog se incluirán en una publicación en papel que recogerá aquellos textos ganadores y finalistas de cada categoría de todas las convocatorias mensuales.
Visión de futuro
Hoy el sargento se ha mostrado humanitario. Primero ordenó
que no disparásemos contra un grupo numeroso de muchachos hostiles a los que
sorprendimos. Después les dejó marcharse, sin más. Es cierto que estaban
desarmados y eran casi unos niños, pero algo maquinaban. En sus miradas de odio
podía leerse que en cuanto puedan empuñarán un arma, igual que sus padres, a los
que seguro que ya abatimos.
Siempre tan implacable, no es que se haya vuelto blando.
Gracias a él hemos aprendido algo valioso. Como luego explicó, en todos los
oficios conviene asegurar el trabajo para el día de mañana.
Ángel Saiz Mora
Madrid
Reflejo
El niño observó fascinado su reflejo en la fuente. Los
lejanos gritos de su madre no ahogaban el placer de tan bella visión. La voz de
la curiosidad le instó a acercarse más al agua para tocarse a sí mismo cuando
su madre, muy enfadada, apareció dispuesta a avisar al muchacho de los peligros
de alejarse tanto. Su miedo no era infundado; la desaparición de aquel otro
niño días atrás había puesto en alerta a todo el vecindario y, mientras la
madre regañaba al pequeño, la fuente - seca desde hace años -, volvía a vomitar
agua para ocultar el hedor.
Mario Diez Bajo
Madrid
Único acertante
Avelino remueve su carajillo, nunca le echa azúcar, pero le
gusta el tintineo de la cuchara al chocar con el cristal. En el otro extremo de
la barra Faustino toma el suyo, también sin azúcar, el médico se lo tiene
prohibido. De fondo, las noticias de la mañana. Ambos cargan sus armas al
hombro, desde bien pequeños que les gusta cazar, al igual que les gustaba la
misma zagala. Qué ojos tenía la Remedios. El dueño del bar sube el volumen. ¿No
os habéis enterado? Ha tocado el bote de la lotería aquí – dice a los únicos
feligreses que tiene en ese momento. Ambos abren los ojos como platos y se
palpan el bolsillo de la camisa, notan el relieve de la funda con el boleto.
Disimulan. El uno recela del otro. Apuran con prisa su carajillo y se marchan.
Por caminos distintos pero hacia el mismo monte, aquel donde cazaron liebres
también sus padres y sus abuelos. A esas horas está todo desierto, únicamente
se escuchan los dos disparos certeros, casi al unísono, y el eco. Cuando
encuentran a Avelino y Faustino la noche ya ha caído. Sus ropas y enseres
acaban en sendas bolsas de basuras en el depósito de cadáveres. En las manos del
policía local el boleto del…
Beatriz Díaz Rodríguez
Barberà del Vallès (Barcelona)
Derechos de autor
Ha muerto mi musa. De repente. Sin dar ninguna explicación.
Quién iba a imaginar anoche, cuando se fue a dormir, que ya no volvería a
despertarse. No me lo puedo creer. Después de tantos años felices y prolíficos
como hemos compartido me va a costar seguir adelante sin ella. Sentados a mi
lado, Fantasía, Imaginación, el pequeño Mito y los mellizos Ciencia y Ficción
tampoco encuentran consuelo. Acuden al sepelio personajes venidos desde
bibliotecas, estantes, librerías, mesas camillas y polvorientos desvanes de
todo el país. Impresiona verlos así de afligidos, con la tinta corrida, e
incluso desfigurados algunos al no poder soportar sus delicados cuerpos de
papel el peso húmedo de las lágrimas. Tras la última paletada de tierra
regresamos a casa cabizbajos. Fantasía pone una olla de sopa a calentar.
Tenemos que comer algo, dice. Los demás asentimos en silencio y nos sentamos
alrededor de la mesa. Primero sirve a los niños, después le tiende un plato
humeante a Imaginación, que está a punto de dar a luz. Según la última
ecografía es niña. Y viene con un libro bajo el brazo. Estoy deseando firmarlo.
Margarita del Brezo
Ceuta
Estrategias para acabar con las culebras
Convencidos, después de haber arrasado en las pruebas
locales, de que con eso nos bastaría para ser aceptados, en la final nacional
volvimos a comernos unas cuantas culebras como estrategia para impresionar al
jurado. Pero al parecer lo de comer culebras como carta de presentación está ya
muy extendido y casi todos los candidatos mostraron una mayor voracidad tanto
en el ataque como en la deglución, por lo que quedamos de los últimos en el
proceso de selección.
La normativa es clara al respecto y no se conocen
excepciones: la crueldad es atributo exclusivo de los miembros del Cuerpo. Así
que aquí estamos ahora, resignados, como todos los que no hemos logrado el
ingreso, a cumplir en esta ocasión con el papel de culebras mientras esperamos
a que lleguen los nuevos candidatos.
Raúl del Valle Rodríguez
Canovelles (Barcelona)