divendres, 24 de novembre del 2023
DONATIUS / DONATIVOS: I PREMIO ISCARIOTE (VI)
dimarts, 21 de novembre del 2023
DEDICATÒRIA: UN BOCADO Y MEDIO
Moltíssimes gràcies a Margarita del Brezo per enviar-nos un exemplar dedicat del seu llibre de microrelats.
Guanyadora de més d'una convocatòria mensual del concurs de La Microbiblioteca, el seu recull entra a formar part del fons especialitzat de la Biblioteca Esteve Paluzie.
Margarita del Brezo és el seu nom sense els cognoms. (Valladolid, 1966). Psicòloga de professió i per devoció. A estones contista. Sempre aprenenta. Treballa com a orientadora laboral a Ceuta.
Guanyadora de varis concursos de contes i microrelats, entre altres: Relatos con banda sonora, Certamen Manuel J. Peláez, #cuentosdeNavidad de Zenda e Iberdrola, Relatos del Mar Menor, 100 palabras para la igualdad, La Volandina, Camp de Turia, Red de Bibliotecas Municipales de Avilés, Valentina Ventura, Grupo Marmo...
En el seu blog escribirsobrelapuntadelai.es poden llegir-se algunes de les seves històries.
Els seus textos han aparegut a diverses antologies col·lectives.
A l'abril de 2023 publica el seu primer llibre de microrelats, Un bocado y medio.
Magia
Supo que había conseguido su mejor número de magia cuando en la grada vacía sonaron los aplausos.
Margarita del Brezo
Muchísimas gracias a Margarita del Brezo por enviarnos un ejemplar dedicado de su libro de microrrelatos.
Ganadora de más de una convocatoria mensual del concurso de La Microbiblioteca, su recopilación entra a formar parte del fondo especializado de la Biblioteca Esteve Paluzie.
Margarita del Brezo es su nombre
sin apellidos. (Valladolid, 1966). Psicóloga de profesión y por devoción. A
ratos cuentista. Siempre aprendiz. Trabaja como orientadora laboral en Ceuta.
Ganadora de varios concursos de
cuentos y microrrelatos, entre otros: Relatos con banda sonora, Certamen Manuel
J. Peláez, #cuentosdeNavidad de Zenda e Iberdrola, Relatos del Mar Menor, 100
palabras para la igualdad, La Volandina, Camp de Turia, Red de Bibliotecas
Municipales de Avilés, Valentina Ventura, Grupo Marmo...
En su blog
escribirsobrelapuntadelai.es pueden leerse algunas de sus historias.
Sus textos han aparecido en
diversas antologías colectivas.
En abril de 2023 publica su
primer libro de microrrelatos, Un bocado y medio.
divendres, 17 de novembre del 2023
QUIMERA 479: GABRIEL PÉREZ MARTÍNEZ
Dentro de la sección Los pescadores de perlas del número 479 (noviembre) de la revista Quimera, podemos leer los microrrelatos inéditos de Gabriel Pérez Martínez (Málaga, 1970), ingeniero informático y escritor de microrrelatos, ha publicado en diversas antologías, obras colectivas y revistas. Galardonado con varios premios ha publicado en solitario A Marte y otras obsesiones (Editorial Platero, 2023).
Fitxa bibliogràfica
Signatura R 80 Qui
Classificació 80(05)
Títol Quimera : revista de literatura
Publicació Mataró : Ediciones de Intervención Cultural, 1980-
Periodicitat Mensual
Descripció física Il. ; 28 cm
Descripció física N. 1 (nov. 1980)-
ISBN / ISSN 0211-3325
Matèria Literatura Revistes
dimecres, 15 de novembre del 2023
MICRORELATS D'OCTUBRE / MICRORRELATOS DE OCTUBRE (2)
«Voy a empezar contigo el desayuno»
Las ensaimadas de ayer nos
salieron endecasílabas y se nos acabaron al poco de ponerlas a la venta. Se las
llevaban en bolsas de ocho —«Póngame una octava real», decían algunos—, cuando
no de catorce en catorce —«Separadas en estrofas, por favor»—. Muchos hasta
aprovechaban para soltar bromas como «Estas me las manda comprar Violante, pero
me las pienso comer yo», o bien, «Ay, qué pena, si hubiese también heptasílabas
me llevaba una lira o dos». Aunque breve, la cosa resultó divertida, lo
bastante como para que hoy tuviéramos muy altas las expectativas. El que nos
hayan salido octosílabas parecía que iba a dar mucho juego. Así se lo hemos
hecho saber a la larga cola de clientes que había nada más abrir la panadería.
Nadie podía pensar que el primero, entre abucheos del resto, se las habría de
llevar todas en un romance.
Enrique Mochón Romera
Puerto Sagunto (Valencia)
Matías, gran reserva
Matías nació tarde. El número de
serie del óvulo del que procedía señalaba el 1900 como año de concepción. Por
una extravagancia genética, se saltó una generación hasta que su madre, que en
condiciones normales hubiera sido su hija, lo tuvo varios años después sin
haber conocido varón, hecho con solo un precedente bíblico. Cuando vino al
mundo sabía hablar, leer y escribir. En el colegio obtuvo magníficas notas
menos en Historia. Corregía a su profesor cada vez que hablaba de la primera
mitad del siglo XX, y este se vengó haciéndole repetir la asignatura. Al acabar
sus estudios se hizo famoso al publicar La auténtica historia del siglo XX,
donde revelaba la verdad sobre aquella época con todo tipo de detalles. Desde
entonces vivió de las ganancias de su obra. Aunque era joven, vestía con ropas
de otros tiempos y usaba un vocabulario pasado de moda. La gente sospechaba que
el éxito lo había convertido en un excéntrico; y se convenció el día en que
murió su abuelo. Se presentó en el velatorio con un anillo y pidió matrimonio a
su abuela. Se casaron a la mañana siguiente y se fueron, bajo la mirada
inquisidora del resto de la familia, a recuperar el tiempo perdido.
Pablo Núñez
Sevilla
La conjura de los necios
Entre el panadero y el dueño de
la pescadería lo apresaron en un monte próximo. Exhibieron ante él varios
clavos, un martillo enorme y una gran cruz de madera, que le obligaron a
cargar.
Dieron por hecho que hablaría
antes de la tortura y que no sería preciso emplearse a fondo; pero ni el
trenzado de espinas sobre su cabeza, después de crucificado, ni emborracharlo
con vinagre o hincarle una lanza en las costillas, lograron arrancar su
confesión y aquel desgraciado murió sin revelar ni una pista siquiera del truco
de los panes y los peces.
Esteban Torres Sagra
Úbeda (Jaén)
La octava esfera
La sirvienta agarra por el cuello
al viejo millonario inválido. Entre los radios de las ruedas, se adivina el
reflejo de un reloj de oro, una mano masculina escondida tras las cortinas de
raso. El minutero indica directamente a la bocallave de la puerta, por la que
la joven heredera espía la escena mascando chicle. No se percata que, detrás de
ella, le apunta su hermanastro mayor con el cañón de una Beretta, de
incrustaciones en la culata pero sin balas. El primo de ambos, escondido entre
las barandillas de la escalera, sonríe y lo enfoca con el objetivo de su móvil,
mientras en la mansión de enfrente, el vecino, bibliófilo y observador de
estrellas, calibra con su telescopio de precisión la secuencia del saloncito
azul, en el que, de la mano del viejo millonario inválido, caen unos
prismáticos sobre las páginas de un tratado medieval alfonsí.
Antonio Javier Álvarez Linares.
Sevilla
Memorias de un viajero
Antes del despegue, observa por
la ventanilla una última vez. Roza con la derecha el cristal, que le devuelve
una caricia fría. Después parpadea un par de veces, y el rugido de los motores
ahoga sus pensamientos. Solo cuando el avión ha ganado altura acuden a su
memoria las expresiones felices del matrimonio, unos sonrientes jóvenes de no
más de treinta años. Un placer, señor, un placer, repitieron a coro al recibir
las llaves. Estos jóvenes, piensa. Cambiarán esto y aquello, harán planes de
reformas, llenarán la casa de críos. Pero los rosales permanecerán en su lugar;
apostaría por ello.
Con suavidad felina, se recuesta
sobre el respaldo. No tarda en quedarse dormido.
Daniel Loza
San José de la Dormida
(Argentina)
dilluns, 13 de novembre del 2023
MICRORELATS D'OCTUBRE / MICRORRELATOS DE OCTUBRE (1)
Adopció
Sortint de la feina, un noi se’m
va acostar i va dir-me: «Papà». Es confonia, jo no era pas el seu pare —amb
l’Alba havíem decidit no tenir fills—, però ho va dir amb tanta convicció que
me’l vaig creure. Alt, desmanegat, uns quinze anys, cabells llargs, granellut.
Al cotxe, de camí cap a casa, va explicar-me que l’examen de llengua no li
havia anat bé. Vaig pensar que potser el seu fort eren les ciències: no em
volia desil·lusionar abans d’hora.
La meva dona se’l va mirar amb
recel. «I diu que és fill teu?», va preguntar-me. «Fill nostre», vaig
puntualitzar. Vam instal·lar-lo al despatx. Vaig desar el meu ordinador perquè
ell pogués fer servir la taula: tenia deures, va dir-me, un punt insolent. «De
moment, hauràs de dormir en un llit plegable.» S’hi va avenir.
L’Alba es va passar la tarda
espiant els moviments del noi: potser buscava un gest que delatés alguna petja
genètica nostra? «No se’ns assembla gens», va sentenciar. Ja érem al llit i del
despatx ens arribava el zumzeig d’una música percussiva. No, no se’ns
assemblava, però allò no era pas una prova concloent. Va recordar-me que havíem
decidit no tenir fills. La veu em va sortir entretallada: «Es que l’estimo».
Jordi Masó Rahola
Granollers (Barcelona)
La descendència
“D’entre tots en farem un”
La meva àvia
El fill gran va ser un lector
precoç. Els pares s’inflaven d’orgull quan el veien amorrat a les pàgines de
l’Odissea, Anna Karènina o El Quixot. En tota la resta, però, era un autèntic
inepte. A la nena, en canvi, era estrany veure-la enganxada a un llibre. Ella
preferia fer cabrioles al sofà. Ben aviat els van donar la notícia: tenia una
capacitat física fora del comú.
I en van tenir més. El tercer era
capaç de resoldre els problemes matemàtics més complexos, sí, però de tan
lleig, ofenia. I tot i que els ulls blaus del petit, enamoraven, el seu cervell
eixut i erm feia basarda. Cap d’ells, doncs, era perfecte.
Tips de no trobar-ne cap que
complís les expectatives, els pares —uns cirurgians de mans precises— van
decidir passar pel quiròfan.
Ara, des de la presó, miren
satisfets la fotografia del seu fill. Perfecte. Únic.
Oriol Garcia Molsosa
La Garriga (Barcelona)
Recuperacions
«Tens els malucs destrossats:
primer t’operarem el dret; més endavant, l’esquerre», em va dir el traumatòleg.
«L’operació serà una carnisseria: et serraran el fèmur», em va etzibar amb
traïdoria la quiromassatgista de confiança. «El cartílag de tauró t’anirà molt
bé per a les articulacions, i, aquests peixos, no els maten expressament per
obtenir-lo: no te’n sentis pas culpable», em va assegurar la dependenta de la
botiga de productes naturals.
El producte d’origen animal em
mitigava el dolor articular i m’ajudava a allunyar les operacions: vaig
recobrar el vigor i l’ànim i vaig començar a fer passejades esperançades fins a
la platja, on nedava en paral·lel a la línia de la costa, sense separar-me
gaire de l’exposició de cossos sans ajaguts, amb articulacions que no devien
cruixir: em feien pànic els corrents —tenia somnis recurrents en què era
arrossegat mar endins— i, sobretot, les meduses, decidides a defensar
silenciosament llur hàbitat natural dels intrusos humans.
Em van venir al cap les paraules
del metge, de la terapeuta i de la dependenta quan se m’acostaven uns taurons,
que em van queixalar les cames (primer la dreta; després l’esquerra) i se les
van endur.
Lluís López Fructuoso
Barberà del Vallès (Barcelona)
Pulmons
A en Pau no li va doldre que sa
mare s’oblidés de portar-lo a la botiga de menuts a comprar l’espècimen per a
la classe de medi: en època de grip estava molt ocupada amb el negoci familiar.
Tampoc va molestar-lo que el pare el dugués a l’escola amb el cotxe de la feina
ja engalanat amb les corones de flors: en època de grip calia optimitzar
recursos. Ni va irritar-lo que en Roc l’assenyalés mentre reia sorollosament
per assegurar-se que tota l’escola el veia baixar d’aquell vehicle: l’escudava
la sobrietat de qui és a punt de servir la revenja en safata de plata. O més
aviat, carmanyola de plàstic, com les que varen obrir-se a classe de medi abans
de dipositar els exemplars sobre el banc d’assaig. Ni tan sols va avergonyir-lo
la diferència de mida. << Si no n’heu trobat de vaca, els d’un mamífer més
perit també valen >> va consolar-lo innecessàriament la mestra. Amorrats a
la tràquea varen insuflar aire, aguantant-se les nàusees, fins que en el moment
de màxima dilatació l’exemplar d’en Pau va deixar anar un patètic
<< Psssssssst >> que fou seguit per la rialla explosiva de tots els
companys. Tots menys en Roc que acabava d’enterrar l’avi a causa d’un
pneumotòrax derivat de la grip.
Meritxell Genescà Francitorra
Sant Salvador de Guardiola
(Barcelona)
Arrels
Des del primer dia que la va
veure va pensar que ella també volia tenir els seus cabells. No, no els volia,
els necessitava. Aquell color daurat, combinat amb una sedositat lluminosa, i a
l’altura perfecta per poder ensenyar les espatlles tocades pel sol, la
convertirien en la reina de la seva pròpia selva. Sí, els necessitava. Li urgia
sentir-se segura, desitjada, viva.
Ara, per primer cop en molt de
temps, es mira al mirall i se n’hi sent. Ja no és la de sempre, la dèbil, la
invisible, la malalta. És una persona renovada, feliç: estava convençuda que
amb aquest canvi, la seva vida milloraria. Com l'últim cop.
I mentre destrueix qualsevol
rastre que la pugui relacionar amb la noia, abans rossa, ara pelada; pensa que
aquells cabells pèl-rojos i impecablement arrissats de la dona que es troba
diàriament quan va a córrer, li quedarien la mar de bé.
Roger Serra Castilla
Igualada (Barcelona)
dijous, 9 de novembre del 2023
GUANYADORS D'OCTUBRE / GANADORES DE OCTUBRE (XIII EDICIÓ / EDICIÓN)
Maièutica
Llarg, rinxolat i pèl-roig, aquell cabell posseïa un elevat sentit de l'ètica. No en va havia llegit les grans obres dels pensadors clàssics des de les alçades del cap de la seva propietària, una jove estudiant de Filosofia a la Universitat de Leipzig.
Amb aquell assumpte se li
plantejava un dilema moral, així que, seguint el mètode socràtic -el cabell en
diria maièutica-, va convocar una assemblea amb els cabells més savis i
influents d'aquella noia per resoldre el seu conflicte interior.
El debat va ser intens, però
improductiu. En aquella cabellera pèl-roja hi va trobar estoics,
existencialistes i fins i tot algun cínic, però cap d'ells li va mostrar la
veritat. Va comprendre que l’única sortida era passar a l’acció.
L’endemà, va esperar el moment
adequat i, amb totes les seves forces, es va deixar caure a la solapa de la
mateixa americana grisa on l'Helga Müller, dona del degà, acaba de descobrir-lo
i l’examina amb incredulitat.
Mónica Amorós Hernández
Barcelona
Al revés
La vidente se asoma a los ojos de la mujer. Ve un iris marrón y una pupila que es un abismo. Ve a dos personas que chocan al doblar una esquina. Ve una disculpa y oye una sonrisa, o quizá es al revés. Ve otro encuentro casual.
Profundiza en esos ojos.
Ve una cita y unas sábanas. Ve
una alianza de oro y una casa. Ve un gemido de placer y oye dos cuerpos
desnudos, o quizá es al revés. Ve una patada en el vientre. Ve sangre corriendo
entre las piernas. Ve un bofetón y un ojo morado. Ve los mismos bofetones y los
mismos ojos morados durante veinte años. Oye un brazo roto y ve un chillido de
dolor, o quizá es al revés. Ve un cuchillo y un hombre muerto. Ve flores
mustias. Oye lágrimas de alivio y ve un sollozo también de alivio, o quizá es
al revés. Ve un policía y una celda. Ve y oye treinta años descolgarse segundo
a segundo de un reloj de pared. Ve a una anciana decir que no cree en las
videntes. Que una vez fue a una que únicamente le dijo que al salir a la calle
fuera en dirección contraria.
—Al salir a la calle, vaya en
dirección contraria —dice la vidente tras separarse bruscamente de esos ojos.
Ya en la calle, la mujer duda. Se dirige a su derecha. ¿O quizá era al revés?
Arantza Portabales Santomé
Teo (A Coruña)
dimarts, 7 de novembre del 2023
DONATIUS / DONATIVOS: I PREMIO ISCARIOTE (V)
divendres, 3 de novembre del 2023
CRÒNICA: VII JORNADA ARC DEL MICRORELAT EN CATALÀ