dissabte, 3 de juny del 2017

DONATIUS / DONATIVOS (57)







Fitxa bibliogràfica / Ficha bibliográfica

Signatura                 N Ain
Classificació            834.4"20"
Autor                       Ainsa, Fernando
Títol                        Desde el otro lado : prosas concisas / Fernando Aínsa ;
                               prólogo de Fernando Valls
Publicació                Zaragoza : Pregunta, 2014
Descripció física      138 p. : il.; 18 cm
ISBN / ISSN            9788494304415
Matèria                    Microrelats









Se abrió la temporada de caza

La liebre no tiene la culpa del pecado original de Adán y Eva. Sin embargo, creada el sexto día del Génesis, no se sabe muy bien por qué fue también expulsada del paraíso terrenal (las liebres no comen manzanas) y ahora anda a salto de mata por nuestros campos, esquivando los cartuchos de los cazadores. Como les pasa a tantos otros animales -codornices, patos y perdices- los justos pagan por los pecadores. Es más, son los descendientes de Adán, el presunto pecador, los que cargan las escopetas al hombro y los que cultivan y cosechan con ingenio y eficacia una gran variedad de manzanas.

Fernando Aínsa










Fitxa bibliogràfica / Ficha bibliográfica

Signatura                  N Mon
Classificació             834B.4"19"
Autor                        Monterroso, Augusto, 1921-2003
Títol                          La Oveja negra y demás fábulas / Augusto Monterroso
Publicació                 [Barcelona : Suma de Letras], 2000
Descripció física       102 p. : il. ; 18 cm
Col·lecció                 Punto de lectura (Suma de Letras) ; 90/1
Nota                         Premio Principe de Asturias de las Letras 2000
ISBN / ISSN             8466300473
Matèria                     Faules









La Fe y las montañas

Al principio la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios.
Pero cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontralas en el lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que resolvía.
La buena gente prefirió entonces abandonar la Fe y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio.
Cuando en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de Fe.

Augusto Monterroso






Moltes gràcies al professor Fernando Valls i a la Biblioteca Vapor Badia de Sabadell pels seus donatius.


Muchas gracias al profesor Fernando Valls y a la Biblioteca Vapor Badia de Sabadell por sus donativos.