Dins la secció "Los pescadores de perlas" del número 408 corresponent al mes de gener de la revista Quimera podem llegir els microrelats inèdits de Luisa Valenzuela (Buenos Aires, 1938), escriptora amb cinquanta anys ininterromputs de dedicació a la literatura, que ha publicat més de trenta llibres, entre novel·les, volums de contes, microrelats i assaig. És Doctora Honoris Causa de la Universidad Nacional de San Martín de B.B.A.A.; i Emilio Gavilanes (Madrid, 1959), llicenciat en Filologia Romànica, actualment treballa com a lexicògraf a la RAE. Ha publicat quatre novel·les, dos llibres de haikus i cinc de contes, entre aquests últims destacar "La tabla del dos" (Premi NH de Relats 2003) i "Historia secreta del mundo" (La Discreta, 2015. Premi Setenil 2015) .
Ja hi ha disponible el números de la revista per consultar a sala a la Biblioteca Esteve Paluzie.
*Luisa Valenzuela.
*Emilio Gavilanes.
Dentro de la sección Los pescadores de perlas del número 408 correspondiente al mes de enero de la revista Quimera podemos leer los microrrelatos inéditos de Luisa Valenzuela (Buenos Aires, 1938), escritora con cincuenta años ininterrumpidos de dedicación a la literatura, que ha publicado más de treinta libros, entre novelas, volúmenes de cuentos, microrrelatos y ensayo. Es Doctora Honoris Causa de la Universidad Nacional de San Martín de B.B.A.A.; y Emilio Gavilanes (Madrid, 1959), licenciado en Filología Románica, actualmente trabaja como lexicógrafo en la RAE. Ha publicado cuatro novelas, dos libros de haikus y cinco de cuentos, entre estos últimos destacar La tabla del dos (Premio NH de Relatos 2003) e Historia secreta del mundo (La Discreta, 2015. Premio Setenil 2015).
Ya hay disponible los dos números de la revista para consulta en sala en la Biblioteca Esteve Paluzie.
*Catedral constructiva, de Joaquim Torres i García (1931).
Fuera de cuadro
Vagaba yo por una de las salas más íntimas del gran museo de bellas artes. cada obra tenía su encanto y varias me interpelaban, hasta que de golpe lo advertí. Era un fino hilo de sangre; manaba del borde inferior de la tela descorcentando su ordenada linealidad al escurrirse por el muro. << Joaquín Torres-García, Catedral constructiva, 1931 >>, rezaba el cartelito. Nada decía de lo otro.
Llamé a la guardiana con un gesto. Cuando ella se acercó le mostré azorada el fenómeno. En lugar de sorprenderse me susurró con calma:
-En esta catedral parece que se cometió un asesinato muy antiguo y el pintor lo captó sin saberlo. Me lo dijo el comisario.
-¿Qué comisario?
-El comisario de la muestra, naturalmente.
-Pero el asesinato no aparece, el cuadro data de 1931 y esta sangre es bien actual.
-¿Acaso tiene que verse todo lo que está? ¿Acaso tiene edad este cuadro? Pudo haber sido pintado recién, está vivo: es la magia del arte.
Llamé a la guardiana con un gesto. Cuando ella se acercó le mostré azorada el fenómeno. En lugar de sorprenderse me susurró con calma:
-En esta catedral parece que se cometió un asesinato muy antiguo y el pintor lo captó sin saberlo. Me lo dijo el comisario.
-¿Qué comisario?
-El comisario de la muestra, naturalmente.
-Pero el asesinato no aparece, el cuadro data de 1931 y esta sangre es bien actual.
-¿Acaso tiene que verse todo lo que está? ¿Acaso tiene edad este cuadro? Pudo haber sido pintado recién, está vivo: es la magia del arte.
Luisa Valenzuela
Otra leyenda medieval
La leyenda dice que cuando partió el ejército del rey, el mayor ejército que habían conocido los tiempos, a luchar a tierras infieles, no pudo incorporarse él, uno de los mejores caballeros, porque se encontraba postrado, convaleciente de una inoportuna enfermedad, y era incapaz de sostenerse en pie.
Todos los días rezaba por restablecerse para partir y unirse cuanto antes a las tropas de su señor. Pero tardó tres meses en recuperar las fuerzas y encontrase en condiciones de luchar.
Salió una mañanita de fines de verano. Montaba una burra vieja, pues el rey su señor había entregado todos los caballos de aquellas tierras a sus tropas.
Caminó durante un año y no encontró rastros ni de ejércitos ni de combates. Juzgó que no podían estar lejos.
Un día entró en un bosque de cañas secas, meras estacas sin ramas, en el que no había pájaros ni animales, de suelo irregular, y en el que esa noche soñó con fuegos nocturnos y guerreros felices. Estuvo atravesándolo durante quince días. Una tarde vio que colgaba de una de las cañas un girón de tela. Al extenderlo descubrió que eran los restos del estandarte real. Entonces comprendió que debajo de aquel suelo estaba el ejército más poderoso de la historia. no estaba en un bosque. Eran lanzas enemigas, clavadas en los cuerpos de los que cayeron.
Emilio Gavilanes
Fitxa bibliogràfica / Ficha bibliográfica
Signatura R 80 Qui
Classificació 80(05)
Títol Quimera : revista de literatura
Publicació Mataró : Ediciones de Intervención Cultural, 1980-
Periodicitat Mensual
Descripció física Il. ; 28 cm
Descripció física N. 1 (nov. 1980)-
ISBN / ISSN 0211-3325
Matèria Literatura Revistes
