dijous, 17 d’octubre del 2024

NOVETATS A LA MICROBIBLIOTECA / NOVEDADES EN LA MICROBIBLIOTECA (236)

 






Fitxa bibliogràfica

Signatura N Fer
Classificació 834.4"20"
Autor Fernández Almazán, Vicente
Títol Ruido naranja / Vicente Fernández Almazán
Edició Primera edició
Publicació A Coruña : Zaera Silvar Editor, abril 2023
Descripció física 121 pàgines ; 21 cm
Col·lecció Lenguas de ornitorrinco
ISBN / ISSN 9788418667909
Matèria Microrelats








Supervivencia de hilos

A Arantza Portabales

A esta hora, como cada año, mi madre recuenta uno a uno los puntos de ganchillo del jersey que me está tejiendo. No quiere que se descuadre al final y se empeña en ajustar el balance -tejiendo, destejiendo- como si no quisiera acabarlo nunca. Por eso me llama apurada, con ese fastidio con que pretende ligarme a su lado a jornada completa, como hacen todas las madres. Quiere que pose para ella otra vez; y yo obedezco en silencio, muy quieto, mientras repasa y hurga en mi cuerpo patrones de su ADN con sus dos agujas y su lana roja. Y entonces lo ve: un punto suelto a la altura de mi ombligo. Y aunque le insisto en que no se preocupe, se echa a llorar desconsolada, con esa obsesión que le hace enmendar en su cabeza un instante de cordón roto. Pero ya no me escucha y, como si no estuviera a su lado, enseguida pretende volver a lo suyo: a ovillar su deseo, a ganchillear cicatrices como cada año, desde aquel día de quirófano..., con esa continuidad de parir con que se empeña una madre.

Vicente Fernández Almazán
















Fitxa bibliogràfica

Signatura N Mon
Classificació 834.4"20"
Autor Monchón Romera, Enrique
Títol Cuéntame una tontería / Enrique Monchón Romera
Edició Primera edició
Publicació Granada : Editorial Nazarí, abril 2024
Descripció física 239 pàgines ; 21 cm
Col·lecció Mexuar
ISBN / ISSN 9788419427656
Matèria Microrelats










Calle Ítaca, S/N

Viene a mí nada más verme entrar y me abraza. Ya le he contado por teléfono la odisea que he sufrido para volver. Sé que está feliz porque al menos he llegado sano y salvo, pero es evidente que este no ha sido mi mejor atraco. El tipo de la joyería llamó a la poli en mis narices, obligándome a salir de allí a la desesperada. Destrocé el coche en mi huida y tuve que robar una moto que al poco dejó también de funcionar. He utilizado luego cuatro líneas de metro y otras tantas de bus para despistar a mis perseguidores, hasta llegar al barrio tras dar la vuelta entera a la ciudad.
Dejo el miserable aunque costoso botín en el suelo, me lavo un poco y nos sentamos a cenar. Le digo que las croquetas están muy buenas. Ella me explica que son fruto de la prolongada espera, cambios caprichosos propios de la inquietud, pues hace unas horas eran ropa vieja, y antes de eso, restos del cocido de ayer. Comemos hablando de trivialidades y riendo por tonterías, brindando una y otra vez por cosas que nunca tendremos, ignorando el cada vez más cercano ruido de sirenas.

Enrique Mochón Romera