dimarts, 12 de maig del 2020

NOVETATS A LA MICROBIBLIOTECA / NOVEDADES EN LA MICROBIBLIOTECA (162)



En les circumstàncies especials que es troba la Biblioteca Esteve Paluzie de Barberà del Vallès degut al confinament de la població a causa de la COVID-19, La Microbiblioteca seguirà exposant novetatsdonatius i dedicatòries al seu blog. Quan tornem a obrir portes posarem a disposició del públic tot el fons ressenyat aquests dies.

Moltes gràcies!







Fitxa bibliogràfica / Ficha bibliográfica

Signatura N Ant
Classificació 834.4"20"
Títol Antología ficticia del microcuento / Desirée Jiménez
Edició Primera edición
Publicació Desirée Jiménez, julio, 2019
Descripció física 112 pàgines : il·lustracions ; 22 cm
ISBN / ISSN 9781086916515
Matèria Microrelats
Autora secundària Jiménez, Desirée








Campamento para microcuentistas

Me apunté al campamento porque llevaba años pasándome del límite de palabras. Yo no soy un cuentista ni, Dios me libre, un novelista, lo mío son los microrrelatos. No podía permitirme que me salieran las palabras a borbotones. Así que cuando vi el anuncio no lo dudé un momento..
En el campamento para microcuentistas nos tenían puesto un límite de palabras al día: cuatrocientas. No solo se trataba del número del número de palabras que teníamos permitido usar para los ejercicios de escritura, sino que suponía el límite total de palabras que podíamos usar ese día, para cualquier cosa. Si escribía un microrrelato de trescientas noventa y nueve palabras, por ejemplo, no podía decir "buenos días" al llegar a la cafetería. Tenías que andarte con mucho cuidado. Recuerdo a Tomasito, el pobre, su primer día escribió un relato de cuatrocientas palabras justas y al salir del baño se tropezó y gritó "¡mierda!". Los monitores lo oyeron, claro, y se lo llevaron derechito a la cabaña de los castigos. Por supuesto, había castigos, si uno pudiera pasarse del límite de palabras sin consecuencias no aprenderíamos nada.
Al principio los castigos eran más suaves. A Tomasito aquella vez solo le dieron un par de puñetazos. A medida que pasaba el tiempo esperaban más de ti, como es lógico, y los castigos se ponían peor. Así es como perdí los tres dedos de la mano izquierda. Algunos escritores intentaban ir de listos y se escondían para hablar donde pensaban que los monitores no podían escucharlos. Pero claro que los oían. Tenían micrófonos por todas partes, eran muy profesionales. A los que tuvieron suerte les cortaron la lengua, pero a otros, los más rebeldes, no los volvimos a ver. Era solo lo justo y, además, estaba recogido en el contrato.
Al acabarse el programa recibimos un diploma y asistimos a una ceremonia preciosa, en la que pudimos leer los mejores microcuentos que escribimos durante aquellos meses.
Lo mejor de todo es que la membresía es de por vida. Tenemos micrófonos en casa, nos siguen espiando y los organizadores continúan leyendo todo lo que publicamos para asegurarse de que no nos pasamos de las cuatrocientas palabras. De esta forma tengo la tranquilidad de que si me paso un poco, ya sea una sola palabra, de mi límite de cuatrocientas, alguien vendrá cuando menos me lo espere y me lo hará saber. El título también cuenta.

Eduardo Salazar
(Desirée Jiménez)









En las circunstancias especiales en la que que se encuentra la Biblioteca Esteve Paluzie de Barberà del Vallès debido al confinamiento a causa del COVID-19, La Microbiblioteca seguirá exponiendo novedadesdonativos y dedicatorias en su blog. Cuando volvamos a abrir puertas pondremos a disposición del público todo el fondo reseñado estos días.

¡Muchas gracias!







Fitxa bibliogràfica / Ficha bibliográfica

Signatura N Gar
Classificació 834.4"20"
Autora García-Peña, Verónica
Títol En los cajones de mi casa : relatos y microrrelatos / Verónica García-Peña
Publicació Verónica García-Peña, [2018]
Descripció física 44 pàgines ; 20 cm
ISBN / ISSN 9781731006141
Matèria Microrelats









Lo cotidiano

Después de matarlo, se lavó las manos y se sentó frente a la chimenea a disfrutar de un bourbon.

Verónica García-Peña