I 431 dies després, La Microbiblioteca va tornar a disposar de novetats adquirides amb pressupost municipal.
Y 431 días después, La Microbiblioteca volvió a disponer de novedades adquiridas con presupuesto municipal.
El hombre blanco
El explorador inglés Henry Walter
Bates recaló en 1850 en aquel trozo del Amazonas dispuesto a documentar el
carácter sedentario de la tribu de los awá. Para ello no dudó en meterse en los
agujeros más oscuros y subirse a los árboles más altos con la intención de
observarles con la mayor discreción posible. Sin embargo, cada mañana,
indefectiblemente, presenciaba cómo sofocaban los fuegos que habían lucido toda
la noche y levantaban el campamento desmontando con brío las chozas de madera para
desplazarse apenas unos kilómetros, nunca en la misma dirección y siempre
vigilando sus espaldas.
Jornada tras jornada siguió sus
huellas en un gran recorrido circular a través de la tupida selva hasta que
volvieron a acampar en el primer asentamiento, justo donde los había
encontrado. Emocionado ante semejante patrón de comportamiento, tomó notas en
su cuaderno de viajes y lanzó la hipótesis de que los awá eran un extraño caso
de ”sedentarismo nómada”, regido quizá por alguna constelación de estrellas de
igual forma circular que les guiaba en su itinerario, ya que había un indígena,
siempre el mismo, que todas las noches miraba a lo alto y se quedaba hasta altas
horas de la noche vigilando el cielo.
Si estaba en lo cierto, y una vez completado el primer ciclo, el segundo asentamiento debería coincidir con el anterior. Pero no fue así: esta vez el desplazamiento fue diametralmente opuesto y ni siquiera coincidió en distancia recorrida. Después de otra noche en vela enfrascado en complicados cálculos que normalizaran unos desplazamientos aparentemente erráticos, se vio sorprendido por el salvaje que estudiaba las estrellas, quien ahora lo observaba asustado a escasos pies de distancia. Tras los primeros intercambios de gestos, en los que ambos mostraron disposición al diálogo, el explorador consiguió hacerse entender para preguntarle de qué huían cada mañana. El indígena, ojiplático, se le quedó mirando.
Ginés S. Cutillas