Publiquem els microrelats que van arribar a les deliberacions finals en la categoria en castellà de la convocatòria d'octubre.
Recordem que els microrelats concursants publicats al blog s'inclouran en una publicació en paper que recollirà aquells textos guanyadors i finalistes de cada categoria de totes les convocatòries mensuals.
Publicamos los microrrelatos que llegaron a las deliberaciones finales en la categoría en castellano de la convocatoria de octubre.
Recordamos que los microrrelatos concursantes publicados en el blog se incluirán en una publicación en papel que recogerá aquellos textos ganadores y finalistas de cada categoría de todas las convocatorias mensuales.
Caza de brujas
Desde que la Inquisición ahorcó a varias mujeres en
Santpere, el temor se ha extendido por todo el Consell de Laspauls. Dicen que
el mal anida en los pueblos de la comarca, nadie confía en nadie, e incluso se
han desatendido los campos para rezar de la mañana a la noche. Únicamente
nuestro padre se atrevió a advertir entre los vecinos de todas las locuras que
se estaban cometiendo, pero enseguida fue denunciado al párroco y hace tiempo
que no sabemos nada de él. Ahora mamá está tan asustada que ya no nos deja
salir a jugar a la calle, sólo podemos hacerlo en el corral, y cuando sopla el
cierzo. De ese modo, si nos despistamos y alguien nos ve flotando en el aire,
siempre podemos decir que la culpa es del viento, y que nosotras nunca, jamás
de los jamases, hemos sabido volar.
Raúl Clavero Blázquez
Madrid
La plaga
La comunidad científica investiga la creciente proliferación
de superhéroes que invaden pueblos y ciudades. Se analizan alimentos,
mutaciones genéticas y calidad del agua para frenar su crecimiento. Las
estadísticas hablan ya de un héroe por
cada mil habitantes. Los policías, al igual
que abogados y jueces, están ociosos y se están cerrando penales. Los
ciudadanos dejan sus vehículos abiertos, no instalan alarmas en sus casas y,
despreocupados por sus propiedades, no aseguran sus bienes ni ingresan su dinero
en los bancos cuyo futuro empieza a ser incierto. Tampoco los bomberos tienen
trabajo y ya no se molestan en entrenar, sus cuerpos empiezan a mostrar signos
de flacidez y están dejando de ser objeto de deseo. Pero lo que más preocupa
son los niños, cuando se les pregunta qué quieren ser de mayores, bajan la
mirada y callan.
Yolanda Nava Miguélez
León
Inspiración
Sentada delante del ordenador me enfrentaba a la hoja en
blanco y el cursor parpadeante. Llevaba años intentando ser escritora. Leía
todo cuanto caía en mis manos, autores de éxito o noveles, de género dramático
o fantástico. Aun así, las ideas seguían sin aparecer. “Mi experiencia, mi
inspiración”, así se titulaba el artículo que un día leí de una aclamada
escritora, relataba como su principal fuente de inspiración era su propia vida,
sus viajes, sus pasiones (también sus frustraciones) y sus aventuras. Pensé que
sería una fantástica idea, por qué no. Había una única pega aunque mayúscula.
Mi vida de oficinista no implicaba aventuras más allá de conseguir que nadie
robara mi bolígrafo y mantener identificada mi máquina de hacer agujeros. Mi
sueldo tampoco daba para viajar y las últimas vacaciones las pasé en casa,
sola. Pero las noches, las noches eran mías. Mi primera novela fue un éxito,
mezcla de drama, asesinatos, venganzas, de tal magnitud que decidí convertirlo
en una saga. La única pega es que duermo poco y hay manchas complicadas de
hacer desaparecer.
Beatriz Díaz Rodríguez
Barberà del Vallès (Barcelona)
*St. George and the Dragon, d'Edward Burne-Jones (1868).
San Jorge y el dragón
Cuando el grupo de teatro aficionado inició los ensayos de
“San Jorge y el dragón”, para recrear el enfrentamiento de un osado caballero
con la bestia que se disponía a devorar a una princesa, se detectó cierto
malestar entre los figurantes que debían interpretar al pueblo, llamados a
celebrar con vítores la salvación de la hija del rey, después de que otras
doncellas, menos afortunadas, hubieran sucumbido sin que nadie intercediera por
ellas. Conforme los actores aprendían su papel la tensión iba en aumento, pese
a los intentos del director de hacer ver que aquello era sólo un montaje
escénico basado en una leyenda medieval. Al final, tras un motín que secundó
todo el elenco, se decidió que la única forma (sensata y democrática) de
representar el drama en la época actual era dejar abierto el desenlace, y
proponer que el público asistente votara en referéndum si el caballero daba
muerte al dragón y se casaba con la infanta, o bien pasaba de largo. Y fue tal la
expectación creada en torno al estreno de la obra, que al clamor de los que no
pensaban perdérsela por nada del mundo se sumó el de aquellos que querían que
fuera prohibida.
Pedro Herrero Amorós
Castellar del Vallès (Barcelona)