dimarts, 23 de juliol del 2019

NOVETATS A LA MICROBIBLIOTECA / NOVEDADES EN LA MICROBIBLIOTECA (133)






Fitxa bibliogràfica / Ficha bibliográfica

Signatura N Bar
Classificació 833.4"20"
Autor Bardera Poch, Damià
Títol I alguns contes per llegir-los d'amagat / Damià Bardera Poch
Publicació Vilanova i la Geltrú : El Cep i la Nansa, 2010
Descripció física 160 p. : il. ; 19 cm
Col·lecció La Cram ; 13
ISBN / ISSN 9788492745173








19

A dos quarts de dues de la tarda, el pres número 535 rep el dinar: entrepà de pernil -a dins hi ha una llima. Es fixa en les reixes de la finestra- poc original. Pensa en tot el que farà un cop s'hagi escapat: anar a un parc d'atraccions -vol pujar a la nòria-, cagar en un lavabo no-comunitari, fruir d'un dia de sol, fer-se palles sense haver de mirar enrere... La llibertat, que no sap ben bé què és -se la imagina com un arc de Sant Martí amb un colom blanc al mig-, cada cop l'atrau més. Hi pensa tant, que l'emoció comença a esdevenir ansietat. I l'ansietat ja esdevé angoixa. I de l'angoixa, directament a la por -ara el colom li sembla un ratpenat pintat de blanc... Un dia més, colom, arc de Sant Martí i por, es fonen en l'horitzó que dibuixa el marc de la finestra, mentre el pres 535 es menja l'entrepà de pernil.

Damià Bardera Poch






Fitxa bibliogràfica / Ficha bibliográfica

Signatura N Qui
Classificació 834B.4"19"
Autor Quintero, Ednodio
Títol Cuentos salvajes / Ednodio Quintero ; a manera de prólogo Enrique Vila-Matas
Publicació Girona : Atalanta, 2019
Descripció física 531 pàgines ; 23 cm
Col·lecció Ars brevis (Atalanta) ; 126
ISBN / ISSN 9788494905421







La muerte viaja a caballo

Al atardecer, sentado en la silla de cuero de becerro, el abuelo creyó ver una extraña figura, oscura, frágil y alada, volando en dirección al sol. Aquel presagio le hizo recordar su propia muerte. Se levantó con calma y entró a la sala. Y con un gesto firme, en el que se adivinaba, sin embargo, cierta resignación, descolgó la escopeta.
A horcajadas en un caballo negro, por el estrecho camino paralelo al río, avanzaba la muerte en un frenético y casi ciego galopar. El abuelo, desde su mirador, reconoció la silueta de su enemigo. Se atrincheró detrás de la ventana, aprontó el arma y clavó la mirada en el corazón de piedra del verdugo. Bestia y jinete cruzaron la línea imaginaria del patio. y el abuelo, que había aguardado desde siempre este momento, disparó. El caballo se paró en seco, y el jinete, con el pecho agujereado, abrió los brazos, se dobló sobre sí mismo y cayó a tierra mordiendo el polvo acumulado en los ladrillos.
La detonación interrumpió nuestras tareas cotidianas, resonó en el viento cubriendo de zozobra nuestros corazones. Salimos al patio y, como si hubiéramos establecido un acuerdo previo, en semicírculo rodeamos al caído. Mi tío se desprendió del grupo, se despojó del sombrero, e inclinado sobre el cuerpo aún caliente de aquel desconocido, lo volteó de cara al cielo. Entonces vimos, alumbrado por los reflejos ceniza del atardecer, el rostro sereno y sin vida del abuelo.

Ednodio Quintero